Santillana del Mar es uno de esos lugares donde la historia, la belleza arquitectónica y la buena mesa se encuentran. Visitar esta villa medieval supone recorrer calles empedradas cargadas de historia, descubrir monumentos únicos como la Colegiata de Santa Juliana… y también sentarse a la mesa para saborear una de las gastronomías más ricas del norte de España. Pero ¿qué comer en Santillana del Mar para vivir una experiencia realmente auténtica?
En este artículo te contamos qué platos no puedes dejar de probar si visitas la villa y cómo elegir un buen restaurante donde disfrutar de la cocina cántabra en su máxima expresión. Entre ellos, destaca un lugar con identidad propia y enfoque en el producto local: el restaurante Los Blasones, una parada gastronómica que refleja la esencia de Cantabria en cada bocado.
Gastronomía tradicional cántabra: ¿qué comer en Santillana del Mar?
Antes de entrar en recomendaciones más específicas, conviene tener claro qué caracteriza a la cocina de esta zona. En Cantabria, y especialmente en localidades como Santillana del Mar, la gastronomía se apoya en tres pilares fundamentales: producto de proximidad, recetas caseras y sabor auténtico. Aquí, el mar, el campo y la montaña se unen para ofrecer una cocina rica, variada y profundamente arraigada a la tradición.
¿Qué comer en Santillana del Mar? Platos marineros con sabor a Cantábrico
Aunque Santillana del Mar no está situada directamente en la costa, su cercanía al mar Cantábrico se refleja en la presencia de pescados y mariscos frescos en muchos restaurantes. Las rabas de calamar son uno de los entrantes más buscados por quienes visitan la villa, especialmente si se preparan con calamar fresco de temporada y rebozado ligero. Otro clásico son las anchoas de Santoña, un manjar que gana aún más protagonismo cuando se acompaña de pimientos asados y pan artesano.
Tampoco faltan opciones de pescados principales como la merluza de pincho o el rodaballo al horno, elaborados con sencillez para respetar el sabor del producto.
Guisos tradicionales y platos de cuchara, ¿qué comer en Santillana del Mar?
La cocina de Cantabria también destaca por sus platos de cuchara. El cocido montañés es probablemente el más emblemático: una receta contundente a base de alubias blancas, berza y compango (chorizo, morcilla y panceta). Es ideal para los días más fríos o tras una caminata por los alrededores. En algunos restaurantes, como Los Blasones, se puede encontrar por encargo o como sugerencia del día, manteniendo su preparación casera original.
Otros guisos caseros, como las albóndigas en salsa o los callos, también son habituales en las cartas de temporada, ofreciendo una experiencia reconfortante y auténtica.
Tapas, raciones y platos para compartir, ¿qué comer en Santillana del Mar?
Una de las formas más agradables de comer en Santillana del Mar es compartiendo varias raciones al centro. Las croquetas caseras, la ensaladilla rusa, los boquerones en vinagre o las patatas fritas con salsas son opciones ideales tanto para una comida informal como para acompañar un vino en terraza. Este tipo de formato permite saborear distintos platos en una misma comida y es muy común entre grupos o familias.
El restaurante Los Blasones se ha convertido en un referente precisamente por su cocina de raciones bien ejecutada, ideal para quienes quieren probar distintos sabores en un solo almuerzo.
Ensaladas con producto de temporada
Las ensaladas son otra propuesta destacada, especialmente en primavera y verano. Las versiones que incluyen productos con denominación de origen, como el tomate de Cantabria o el queso de nata, son opciones frescas y con mucho sabor. También son muy apreciadas las combinaciones con ventresca de bonito, jamón ibérico o frutos secos, como la ensalada de jamón con vinagreta de miel que se puede encontrar en algunos menús locales.
En Los Blasones, estas ensaladas se elaboran con aceite de oliva virgen extra y productos frescos del día, garantizando una propuesta saludable sin renunciar al sabor.
Carnes con identidad cántabra
Cantabria también es tierra de carnes. La ternera de pasto, criada en los valles cercanos, se convierte en protagonista en platos como el solomillo al queso o al oporto, el chuletón madurado a la piedra o el lomo de buey. Son carnes con sabor intenso, que se sirven con guarniciones sencillas como patatas panadera o pimientos del padrón.
Para quienes buscan algo diferente, también hay propuestas como los escalopines rellenos de jamón ibérico y foie, o el cachopín de ternera, que combinan tradición y un toque moderno.
Dulces típicos y postres caseros
La experiencia gastronómica no está completa sin un buen postre. En Santillana del Mar es común encontrar repostería casera elaborada a diario: natillas, flan de huevo, mousse de limón, tartas del día o la famosa quesada pasiega, uno de los dulces más representativos de Cantabria.
Estos postres son una forma perfecta de cerrar una comida o disfrutar de una merienda tranquila. En muchos casos, se acompañan con un café o infusión, y se pueden pedir también a media tarde, algo muy habitual entre los visitantes.
¿Qué comer en Santillana del Mar? Comer bien en Santillana del Mar es fácil
Santillana del Mar ofrece una variedad de propuestas gastronómicas que permiten al visitante sumergirse de lleno en la cultura local a través del paladar. Y aunque hay muchas opciones para todos los gustos, encontrar un restaurante que reúna autenticidad, buen producto y una experiencia agradable no siempre es fácil.
Por eso, si buscas un lugar donde comer bien en Santillana del Mar, con platos tradicionales bien ejecutados y una carta que refleja lo mejor de la cocina cántabra, el restaurante Los Blasones es una elección segura. Su propuesta combina el respeto por las recetas de siempre con una atención al detalle que se nota en cada plato.
Una parada obligatoria para los amantes de la buena mesa
Ya sea que visites Santillana del Mar por turismo cultural, una escapada rural o un viaje gastronómico, no puedes irte sin probar algunos de los platos que definen la cocina del norte. Tapas sabrosas, pescados frescos, guisos reconfortantes, carnes de pasto y postres caseros hacen de esta villa un destino culinario por derecho propio.
Y si quieres acertar a la primera, reserva mesa en Los Blasones. No solo disfrutarás de una comida inolvidable, sino que te llevarás contigo el verdadero sabor de Cantabria.
